lunes, 21 de junio de 2010

"QUIERO POLITICOS QUE SE JUEGUEN SIN MEDIR LOS COSTOS QUE TENGAN".

Dijo que se sentía agraviada e injuriada. Que quería políticos comprometidos que no midieran los costos de su accionar y una dirigencia dispuesta a dar todo por la patria. Anunció que va a profundizar el modelo y que tomará decisiones, aunque les moleste a los "poderes concentrados". En medio de la sorpresiva renuncia del canciller Jorge Taiana, la presidenta Cristina Kirchner reapareció en público con un duro discurso en el acto oficial por el Día de Bandera, ante miles de personas que se habían congregado para los festejos patrios. La tensión con la que se paró ante el atril sólo se disipó al final, cuando la jefa del Estado se dedicó a disfrutar del desfile militar, el primero que un Kirchner presencia completo en esta ciudad donde cada año se celebra frente al gigantesco Monumento a la Bandera el aniversario de la muerte de Manuel Belgrano. El fin de semana largo y un mediodía soleado hicieron de la concurrencia una fiesta, sólo interrumpida por los silbidos que los militantes kirchneristas, ubicados frente al palco, le dedicaron al gobernador de Santa Fe, Hermes Binner, cuando comenzó su discurso. Sin dar nombres, a apenas 48 horas de su fuerte pelea con Taiana, a quien la Presidenta acusó de "desleal", Cristina Kirchner hizo un encendido llamado de fidelidad kirchnerista. "Quiero una Argentina de políticos que se jueguen sin importar los costos que tengan", lanzó la jefa del Estado ante la multitud que se había acercado a los festejos. En el palco, donde se ubicó el gabinete nacional, sobresalió la ausencia de Héctor Timerman, el nuevo canciller, que asumirá pasado mañana. "Siento dolor de sentirme enjuiciada y agraviada. Pero cuando uno siente que le faltan fuerzas se acuerda de los hombres como Belgrano, y saca fuerzas y sigue adelante", se quejó la Presidenta, sin dar precisiones de su denuncia. "Yo estoy comprometida firmemente con el pueblo y quiero dirigentes políticos dispuestos a dar todo por la patria", exhortó, cuando todavía suenan los ecos de la renuncia de Taiana, un kirchnerista histórico que se alejó del Gobierno con denuncias de "diferencias irreconciliables" con la política exterior del Gobierno. Pero sus palabras no fueron sólo para el elenco interno. También hubo críticas para el arco político y un irónico mensaje justamente a sus anfitriones, Binner y el intendente de esta ciudad, Miguel Lifschitz. "La solidaridad de la que ustedes hablan no puede ser sólo un discurso para las campañas", les reclamó a ambos. Tanto el gobernador como el jefe comunal habían reclamado dar la batalla por la solidaridad e incluso Lifschitz la había reclamado de manera "urgente" por parte del Estado para -dijo- "evitar que la corrupción se lleve los recursos". La Presidenta llegó a las 11 a esta ciudad e inauguró los 700 metros del nuevo paseo del Parque España, sobre la costanera. Hizo una corta recorrida, cortó la cinta y se subió a una combi que la trasladó hasta el palco. También hubo críticas de la jefa del Estado a los medios: "El pueblo demostró en el Bicentenario que no era feo ni violento como nos decían. Pudimos contar la historia nosotros mismos". Sólo al final, Cristina Kirchner hizo un último llamado de unidad. "Necesitamos integrar esfuerzos para profundizar el modelo. Ya somos el país más igualitario de América latina."

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