El gobierno, a través de la Secretaría de Ambiente, está requiriendo a las empresas, tanto en la Capital como en Arauco (con las agroindustrias) y Chilecito, que informen sobre los efluentes industriales. Cada establecimiento debe contar con una planta de tratamiento, explicó el titular del organismo Nito Brizuela y alertó que "vamos ser inflexibles en la aplicación de la ley con todos las industrias que produzcan derrames, que prevé sanciones desde multas hasta clausuras."
El secretario de Ambiente informó que "el propósito del gobierno es que los distintos establecimientos industriales, tanto en la Capital como en Arauco (con las agroindustrias) y Chilecito, tengan un sistema de tratamiento". El funcionario informó que "además de efectuar un relevamiento, se concretaron reuniones con la dirigencia de la Unión de Industrias Riojanas (UNIR) para avanzar en temas vinculados al tratamiento de los efluentes industriales y su financiamiento".
Puso de manifiesto que "en esta semana, desde la Secretaría de Ambiente, se están realizando las notificaciones para que cada una de las firmas brinde un informe sobre el volumen de agua que ingresa a la planta y la cantidad de residuos sólidos, entre ellos los eventualmente peligrosos que están generando". Brizuela destacó en este sentido que la legislación vigente contempla que "cada una de los establecimientos debe contar con su respectiva planta de tratamiento, al menos de carácter primario para luego derivarla a una recolectora y en otra planta hacer confluir todos los líquidos de las industrias". Anticipó que "vamos a ser inflexibles en la aplicación de la ley que prevé desde multas hasta clausuras, con todos los establecimientos que produzcan derrames fuera del establecimiento", porque "eso no se puede permitir", sobre todo "si hay invasión de calles o llegan hasta las viviendas", lo que "estaría generando un problema de contaminación serio". Brizuela admitió que "hay sectores en el parque industrial que presentan niveles de contaminación", no obstante "se está evaluando en qué niveles pueden afectar la salud".
Precisó que "encontramos una gran cuota de predisposición en los responsables de los establecimientos que están construyendo sus plantas o en su defecto nos han presentado sus proyectos". Agregó el funcionario que "queremos seguir insistiendo que se tome conciencia que el agua es un recurso que nos cuesta", por lo que "proponemos una recirculación o reutilización".
Ejemplificó que "en el caso de las agroindustrias estimamos que se pueden recuperar algunos componentes que se emplean en la industrialización como la sal, la que reciclada tendría sus beneficios en la reducción, en el reempleo del recurso o en la disminución de su costo".
Sobre la situación de la Laguna Azul y la Laguna Verde, informó que "estamos colaborando con los responsables de mantener" la primera de ellas, que "han logrado hacer un buen tratamiento biológico y tiene agua en condiciones de generar microorganismos, la que a su vez podrá ser empleada para riego en el mismo predio". En tanto "ya no se envían efluentes industriales hacia la Laguna Verde, en cambio si hay una acumulación por lluvias, no hay generación de olores", no obstante "procuramos que se mejoren las condiciones para que en el futuro se transforme en un lugar de recreación".
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