Los gremios disidentes de la política salarial del gobierno, intentarán este martes concretar una movilización masiva en rechazo al aumento anunciado la semana pasada por el Ejecutivo. Apuestan para ello a la disconformidad que generó en la Administración Pública el incremento dispuesto, que lleva el sueldo mínimo a 1.420 pesos con la quincenita incluída y con retroactividad al 1 de octubre. Las explicaciones que dio el gobierno, vinculadas a los límites presupuestarios, no son aceptadas por los dirigentes gremiales que impulsan la protesta y realizarán desde las 9 de la mañana la tercera marcha hacia Plaza 25 de Mayo. La movilización, al igual que las anteriores, es encabezada por los gremios de la obra social, del municipio de la Capital y el Sitrapp, entre otros. Es decir, por el triángulo dirigencial que conforman Fernando Salcedo, Carlos Del Giorno y Carlos Laciar, respectivamente. A diferencia de la CGT oficial y de la ATP, que se conformaron con el aumento anunciado, los disidentes piden un sueldo mínimo de bolsillo de 2.000 pesos y un aumento al básico para que llegue a 1.000 pesos, al tiempo que cuestionan el incremento dispuesto porque lo consideran insuficiente. En el caso del titular del gremio de la Apos, Fernando Salcedo, que el incremento otorgado por el gobierno promedia ‘los 120 pesos por empleado’ y consideró que ‘son los 120 pesos del escándalo, una burla y falta de respeto’. Además, el sindicalista disidente puntualizó que ‘hay desilusión en los trabajadores’ que esperaban un incremento mayor y, a la vez, rechazó que el gobierno vaya a invertir 65 millones de pesos anuales para dar el aumento. Por el contrario, sostuvo que ‘la cifra se situará entre los 15 y 20 millones’. Salcedo recordó que, incluyendo la quincenita, el grueso de los estatales percibe actualmente en promedio unos 1.300 pesos mensuales, por lo que al aumentarse el piso a 1.420 cobrará unos 120 pesos de incremento.
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