El gobernador Beder Herrera realizó una nueva entrega de vivienda en el marco del Plan de Erradicación de Ranchos que ejecuta el Gobierno provincial. En el distrito Malligasta, departamento Chilecito, una familia numerosa matrimonio con cinco hijos, fue la beneficiada a partir de la gestión llevada adelante por el director del hospital “Eléazar Herrera Motta”, Daniel Palacios. En la provincia ya se concretaron más de mil erradicaciones de ranchos y se están construyendo cerca de 400 más. Luego de compartir un momento con los integrantes del grupo familiar, el gobernador Beder Herrera sostuvo que “es una familia muy linda, con cinco hijos y que realmente necesitaban una vivienda”. En la oportunidad también conversó con la abuela de los niños y comentó que “ella se mostró muy agradecida porque veía que la familia estaba muy mal viviendo todos hacinados”. Detalló que esta vivienda en particular posee 50 metros cuadrados cubiertos, con muy buena terminación, tiene un baño amplio, lo mismo que la habitación y la cocina comedor. “Estamos muy felices porque esta gente va a vivir con dignidad”, dijo Beder Herrera y destacó que la dirigencia de Chilecito en general está trabajando bien, puntualizando en este caso que el director del Hospital también es un dirigente que está preocupado por la temática y ya emprendió varias erradicaciones de ranchos. “Esto es lo que nos permite realizarlas, porque si no hay un dirigente que viene, visita el lugar, contrata a la gente y monitorea el trabajo, no podríamos lograrlo”, resaltó el mandatario. Palacios destacó que esta erradicación se realizó en una zona endémica con la enfermedad del Chagas, donde la causa se origina a partir del insecto (Vinchuca) que generalmente habita en los ranchos y en los techos de paja.“Con esta posibilidad que nos da el gobierno de la provincia de erradicar ranchos, en este caso se pudo beneficiar a una familia numerosa para que tenga un lugar donde estar mejor”, subrayó. El grupo familiar está compuesto por Eduardo Sotomayor, su esposa y cinco hijos que van desde un niño desde 1 año hasta una nena de 12 años de edad. Actualmente, Sotomayor vive de changas, no tiene trabajo estable y antes de recibir su casa, vivía en un ranchito prestado en Malligasta. La abuela de los cinco niños expresó “estoy muy agradecida por todo lo que hizo el gobernador y su equipo de trabajo, además me pone muy contenta que ahora mi hijo y mis nietos puedan tener donde vivir. Quisiera que el gobernador siga haciendo las erradicaciones de ranchos porque hay mucha gente que lo necesita”. Eduardo Sotomayor manifestó su gratitud y dijo que “me gustaría que el gobernador siga con este programa, ayudando a la gente más pobre que vive en ranchitos como el que yo tenía”.
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