PREOCUPA LA ESCASEZ DE MANO DE OBRA PARA LA ACEITUNA Y LA INCORPORACIÓN DE MÁQUINAS.

La escasez de mano de obra para levantar la cosecha es un fenómeno que se agudiza y complica las actividades de la cosecha en cada temporada que pasa. Es lo que está sucediendo en el sector olivícola que se encuentra en plena cosecha de la aceituna para conserva. Cuando comenzó a levantarse la aceituna -a principio de febrero- el precio del cajón se fijó en 6,24 pesos en mano el cajón, pero con el correr de los días y la poca gente de la que se dispone el precio se colocó rápidamente en los 8, pesos y trepó hasta los 10 en algunas fincas donde la recolección no podía esperar demasiado tiempo. El dato positivo para los trabajadores de temporada se registra en las plantaciones ubicadas en el departamento Capital, Chilecito y Arauco, donde la cosecha entró en su máximo punto. El clima, que esta vez jugó en favor de las plantas, no siempre es correlativo con el interés de los productores que tienen que apurar la marcha de la cosecha de la aceituna para conserva después de las últimas lluvias que frenaron la recolección al menos en diez días. La recomendación es que la actividad de los cosecheros se reduzcan los días de lluvia porque las plantas están más sensibles y podría acarrear consecuencias negativas trabajar bajo este factor climático. Sucede que la variedad manzanilla, que es la que se destina para este fin, comienza a pintar apenas entrado marzo por lo que hay apuro en las principales firmas del mercado para poder cumplir con los estándares de calidad propuestos y sobre todo con los compromisos asumidos con las envasadoras que requieren que la aceituna verde esté íntegramente de ese color y no presente signos de maduración. Además el proceso al que deben enfrentarse es totalmente distinto al de la aceituna que está madura. Una de las firmas más importante de Aimogasta está introduciendo máquinas para cosechar la aceituna para conserva, una tarea que hasta ahora era exclusiva de la mano humana porque se requiere que la fruta esté íntegra para ser presentada como un producto de mesa. "Es un producto que entra por los ojos y no puede presentar señales de golpes", opinó el gerente de la Cámara Olivícola de La Rioja, Orlando Barros. El empresario también señaló que es un avance tecnológico muy importante, aunque todavía no se han conseguido los resultados óptimos que se esperan para sustituir la mano de obra.