martes, 23 de marzo de 2010

SEGÚN UN DIARIO PORTEÑO JORGE YOMA APARECE COMO UNO DE LOS OPERADORES KIRCHNERISTAS.

Hubo reencuentros con legisladores venidos del frío el sábado al mediodía en la Quinta de Olivos, como Jorge Yoma, que empieza a reaparecer como uno de los operadores más ingeniosos del oficialismo como lo fue en la década del 90 y bajo otras observancias peronistas, según la sección Charlas de Quincho del diario Ámbito Financiero. Lo jaranearon por su intervención en la madrugada del jueves en la interminable sesión de diputados, cuando discutió con Elisa Carrió sobre la necesidad, o no, de tener dos tercios de los votos para rechazar el veto presidencial a la reforma política que aniquila a los partidos chicos. Cuando el sopor se generalizaba y los kirchneristas permanecían encadenados a las bancas para evitar ese rechazo -un gesto inédito para una formación que durante años fue la dueña del quórum y de las votaciones- le pidieron del bloque a Yoma que defendiese la posición oficial. En cuanto empezó a hablar, Carrió -que tiene simpatías especiales por ese Yoma- chanceó: «Ustedes saben que yo respeto profundamente al señor diputado Yoma, pero cuando era senador le dije en relación con la pista de Anillaco que del único lugar que no se vuelve es del ridículo». El diputado reaccionó con chispa al responder: «La referencia a Anillaco tendría que hacérsela a sus propios pares porque hoy están yendo varios a Anillaco a buscar allá. Así que ya no soy yo. A Morales ya lo veo como caddie en alguna cancha de golf, porque es el futuro que le veo. No hay manera de rechazar un veto del Poder Ejecutivo con mayoría simple. El ejercicio puede durar muchísimo, puede ser muy florido, pero hasta el tribunal de disciplina de la AFA lo va a derogar». Ha vuelto el ingenio al Congreso, y también los debates de alto vuelo. Eso lo reconocieron al final de esa sesión Carrió y el siempre enojado Agustín Rossi, ánimo en el cual compite con Miguel Pichetto; son dos hombres poderosos que alardean de no gozar -al menos en público- del poder que tienen. Este Rossi fue también festejado por la chanza que hizo sobre Felipe Solá en esa madrugada de Diputados: «Quiero contar una intimidad política -dijo al pedir la palabra para tomarle el pelo a Solá, que fue kirchnerista un verano-. La primera vez que entré a la quinta de Olivos fue al otro día de aquel voto 'no positivo'; es decir, del rechazo de la Resolución 125. Hacía dos años y medio que era presidente de bloque, pero nunca antes había ido a Olivos. Cuando salí de la reunión mantenida con la señora presidente y los legisladores, me quedé un rato charlando y vi que había una perra. La señora presidente me dijo: 'Esta perra me la regaló Felipe'». Solá, que es más rápido que todos juntos, lo cruzó: «Es cierto que le regalé la perra a la señora presidente si mal no recuerdo en el año 2005, pero el problema fue que la perra creció, se hizo peronista disidente y se comió a los flamencos de Olivos».

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