Alrededor de un centenar de entusiastas a bordo de unas 25 camionetas, más de 30 motos y dos cuatriciclos se sumaron a la travesía turística que se cumplió el sábado en parajes cercanos a Guandacol, en el departamento Felipe Varela, con el propósito de potencia nuevos atractivos. La travesía fue organizada de manera conjunta con la Secretaría de Turismo de la Provincia, la Asociación para el Desarrollo, Guías e informantes de Guandacol, con el apoyo de una ambulancia y personal médico. El presidente de la Asociación para el Desarrollo, Leonardo Larrahona, informó que para coordinar la travesía “se tomó en cuenta especialmente el aspecto turístico, por la necesidad de sobrepasar la los atractivos que ofrece el Parque Nacional Talampaya”. Dijo “en consecuencia orientamos esta actividad para que la gente conozca otros lugares que también tienen su riqueza y son un potencial turístico”. Larrahona destacó que “nos planteamos que la gente no venga a competir, sino a compartir una jornada distendida, en camaradería para disfrutar de las bellezas naturales de nuestra zona”. “A partir de ahora pretendemos que la Secretaria de Turismo incluya estos lugares en un nuevo circuito turístico y lo haga conocer a los potenciales visitantes”, completó Larrahona. En tanto, José Fajardo, al hablar en nombre de los Guías e Informantes de Guandacol, sostuvo “somos un grupo de mas de 20 personas que venimos trabajando en este distrito para hacer conocer estos atractivos turísticos”. Explicó que durante el recorrido de la travesía “la responsabilidad consiste el cuidado y preservación de los lugares, evitando que los visitantes levanten algún elemento que forme parte de la naturaleza o se considere histórico o tradicional, como así también la limpieza de las zonas visitadas”. Por ahora la promoción turística la realizan a través de la pagina web www.guandacolhotel.com.ar, que da soporte y difusión a un moderno emprendimiento para alojar con todas las comodidades a los visitantes. El diputado electo Oscar Chamía destacó las bondades de “este circuito alternativo que se abre en Guandacol en plena Precordillera riojana con su imponente atractivo natural”. Expresó su satisfacción porque “la convocatoria superó las expectativas porque quienes llegaron para participar de esta travesía son quienes nos ayudarán a promocionar y difundir este potencial”. Chamía anticipó que “junto a la Secretaria de Turismo de la provincia, acordaremos que este será el circuito Nº 1 de Guandacol, pero nuestro anhelo es hacer otro que contemple la Quebrada Amarilla, Quebrada Alazán, Salina Leoncito, entre otros”. Finalmente informó que se harán las gestiones para lograr la conformación de una representación regional de la Secretaria de Turismo de la provincia. El grupo estuvo integrado por hombres y mujeres de distintas edades, algunos grupos familiares que partieron el sábado a las 9 de la mañana desde Guandacol para recorrer poco mas de 100 kilómetros en un trayecto que incluyó la Quebrada La Troya, el Zapallar, Las Cuevas, Aguadita El Alto, Las breas y Quebrada Las Flechas, entre otros puntos. A la par de sortear caminos sinuosos, con tramos pedregosos, el río La Troya en varias oportunidades, los visitantes se comportaron en la zona en gestos de camaradería y curiosidad por conocer aspectos históricos, culturales y tradicionales de la zona. En su ínterin la caravana de aventureros se detuvo varias veces para fotografiar, filmar y apreciar las bondades naturales del paisaje que ofrecía variedades en su vegetación, fauna autóctona, como así también su colorido y formación particular en el cordón montañoso de la precordillera. Los interrogantes y sorpresas también se adueñaron de los visitantes por pequeños oasis naturales generados por vertientes cristalinas en medio de la agreste geografía, considerados por los lugareños como “ojo de mar”. La confraternidad y camarería se advirtió en pequeños percances que debieron sortear algunos motociclistas o algún conductor no acostumbrado a la geografía montañosa, ya que el objetivo principal era apreciar y disfrutar las bondades del paisaje. La hospitalidad de los lugareños tampoco estuvo ausente, como lo mostraron los pobladores de El Zapallar en la recepción preparada con mate cocido y pan casero, sin faltar empanadas, dulces y la posibilidad de poner a consideración tejidos a mano. El almuerzo criollo en Las Cuevas fue otro de los momentos de camaradería para intercambiar anécdotas y después repasar las experiencias en el regreso a Guandacol, con la satisfacción de haber alcanzado el objetivo de conocer y convertirse en multiplicadores de nuevos atractivos turísticos.
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