EL IMPUESTO AL CHEQUE SERÍA APROBADO POR EL SENADO.

La distribución de ese gravamen, que este año recaudará unos $ 25.000 millones, se distribuirá de la siguiente forma: 42,34% para el gobierno nacional; 54,66% para las gobernaciones y un 2% adicional para Buenos Aires, Chubut, Neuquén y Santa Cruz. Los senadores de la oposición tienen todo listo para dar estej ueves media sanción al proyecto de ley para aumentar la coparticipación del Impuesto al Cheque para las provincias, que tuvo dictamen de comisiones la semana pasada, en la sesión en que se estrenó la mayoría anti K. El socialista Rubén Giustiniani se encargó de redactarlo. La iniciativa establece que la distribución de ese gravamen, que este año recaudará unos $ 25.000 millones de acuerdo con proyecciones privadas, se distribuirá de la siguiente forma: 42,34% para el gobierno nacional; 54,66% para las gobernaciones y un 2% adicional para Buenos Aires, Chubut, Neuquén y Santa Cruz. Hasta ahora, la administración de Cristina Fernández se queda con un 70% de lo recaudado, y el resto se coparticipa con las provincias. Desde diversos sectores de la oposición aseguraban ayer que contaban con los 37 votos necesarios para torcerle el brazo al oficialismo en Senadores. Luego, la iniciativa pasará a Diputados, donde será tratado en comisiones. Allí podría encontrarse con el primer escollo. Sucede que el kirchnerista Eduardo Fellner preside la Cámara y se espera que lo envíe a varias comisiones para demorar su tratamiento. Si, como se espera, el proyecto logra la aprobación de la Cámara Baja –se trataría en 15 días– deberá pasar por el filtro de la Presidenta. Hasta allí llegan las aspiraciones reales de la oposición: se estima que Cristina lo vetará, aunque en ese caso deberá afrontar el costo político de rechazar la distribución automática de recursos a las provincias. “A las provincias les soluciona mucho. Es una de las medidas más fáciles de implementar”, explicó a El Cronista Rogelio Frigerio, de la consultora Economía & Regiones, que realizó varios trabajos sobre el tema. Esos fondos tienen una diferencia con respecto a las transferencias discrecionales del Gobierno: no están afectados a tareas específicas, por lo que pueden destinarse a pagar salarios. De acuerdo con Abeceb, el déficit primario de las gobernaciones para este año si se toma en cuenta una recomposición salarial en torno al 20% –se estima que será superior–, será de $ 15.500 millones. Por lo que necesitan los fondos del Impuesto al Cheque para gastos corrientes. Los gobernadores no tienen una posición común: los que están enfrentados al Gobierno esperan la ley, mientras que los de mejor vínculo creen que no se notará en sus cuentas.