martes, 15 de abril de 2008

BEDER HERRERA SE REUNIO A SOLAS CON LAZARO FONZALIDA.

Beder Herrera se reunió el lunes en Anguinán con el intendente. Tras la salida de su sobrino, Raúl Moreno, Fonzalida se fue con ciertos lineamientos: si no hay proyectos productivos, no hay recursos. Basta de nombramientos y más trabajo en la ciudad Nicolás Fonzalida es un hombre de luchas políticas, pero este lunes quedará grabado en su retina, ya que por casi una hora tuvo en su frente a un iceberg. Se trata de Luis Beder Herrera, con quien se reunió en la tarde del lunes en Chilecito, tras la salida del gobierno municipal de Raúl Moreno, ex secretario de Hacienda. Fonzalida llegó al lugar del encuentro, la localidad de Anguinán, lleno de carpetas, que a la postre se trataban de rendiciones de cuentas hasta el último peso girado por la provincia al municipio. Como viejo zorro de la política, el intendente de Chilecito sentó al frente del gobernador para aclarar los posibles resquemores. Pero no pudo ocultar ni un momento el nerviosismo debido a que era el segundo encuentro a solas con el gobernador. Ya se había producido otro en el mismo lugar, un domingo, y al otro día Fonzalida desafió a Beder Herrera al no asistir a un encuentro de intendentes en el despacho de Casa de Gobierno. Eso no gustó en la Casa de las Tejas. Moreno, sobrino del gobernador, se fue del gobierno chileciteño y fue reemplazado por Pablo Fernández Pugliese, cuestionado por las filas bederistas, a raíz de un protagonismo sin lugar. El intendente habría recibido un mensaje de la Casa de Gobierno y por eso, salió apresurado para la zona de Anguinán para hablar con Beder Herrera, quien le planteó a Fonzalida que es un momento histórico para realizar obras en Chilecito e impulsar políticas productivas. Lleno de papeles en la mesa, por las rendiciones de cuentas y al prometer que seguirá siendo así, el intendente aceptó las “sugerencias” de Beder Herrera. Pero también Fonzalida se quejó por la falta de recursos, a lo que el gobernador respondió: “Puede faltar para un servicio, pero no para todos. Hay que limpiar la ciudad, hay que hacer cosas porque la gente lo demanda. Yo te voy apoyar”. Esa última frase fue la que le cambió la cara a Fonzalida, luego de casi una hora de maté en una jornada fría, como el inicio de la conversación. El intendente se fue de Anguinán con ciertos lineamientos: si no hay proyectos productivos, no hay recursos. Basta de nombramientos y más trabajo en la ciudad. ¿Cumplirá?

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