“Hablamos con Aníbal (Fernández) sobre el compromiso que tenemos desde La Rioja con las políticas nacionales de redistribución de las riquezas, y nuestra defensa de este modelo de crecimiento con inclusión que plantea nuestra Presidenta”, indicó Luna. La vicegobernadora puso en relieve las necesidades de “crecimiento e inversión” que tiene nuestra provincia y le trasmitió estas inquietudes a Fernández. Sin embargo, no se abordó la crítica disminución de los fondos nacionales que esta recibiendo la provincia. Tampoco debatió sobre las políticas nacionales que permitirían generar un desarrollo autónomo de La Rioja. Ni siquiera se habló del punto de coparticipación que la provincia perdió allá por el año ’89, fruto del acuerdo Menem – Alfonsín. La relación entre la Nación y la provincia de La Rioja no puede estar signada por la resignación. El diálogo entre ambas partes no puede significar siempre la relegación, el olvido, o el silencio sobre las necesidades que tenemos los riojanos. Nación y provincia deben negociar y no se puede ir a esta negociación con una actitud fatalista, un gesto de victimización o un silencio indolente. La recaudación nacional que La Rioja está recibiendo este mes de abril sigue siendo tan pobre como la recibida en marzo; una situación que preocupa a ésta y varias provincias mas que atraviesan el mismo problema. Según explicó el diputado nacional, Fernando Rejal, a medios de prensa capitalinos: “La plata a La Rioja se está mandando normalmente, lo que nosotros queremos es que manden más plata, para hacer frente a las obligaciones”. La merma en los recursos coparticipables preocupa a varios gobernadores. Los ingresos al fisco, producto de impuestos como el IVA y ganancias, son redistribuidos a las provincias. El problema es que el proceso inflacionario que se expande por el país ha provocado una contracción general en las ventas. Por lo tanto, el dinero que ingresa al Estado a través de los impuestos que son coparticipables también ha caído. Por eso es cierto lo que plantea Rejal, los fondos coparticipables llegan, pero cada vez son menos y no alcanzan para hacer frente a las obligaciones que tienen los estados provinciales.
Esto se da en un marco de superávit fiscal, generado por los ingresos que recibe el Estado nacional a través de las retenciones a las exportaciones, entre otros ítems. Pero las retenciones no son coparticipables con las provincias. Y esto ha generado dudas respecto al carácter federal del esquema impositivo actual, y a puesto en dudas los criterios que utiliza la Nación para redistribuir las riquezas. Durante los próximos días, el Congreso Nacional comenzará a debatir sobre el Presupuesto. Este es el ámbito donde las provincias deberán reclamar los recursos que necesitan para llevar adelante los proyectos de desarrollo de cada una de sus jurisdicciones. La Rioja, a través de sus representantes deberá sentar posición sobre los recursos que necesitamos los riojanos. Y a esta negociación, no podemos ir con una actitud fatalista, o una postura de victimización. En este sentido, las palabras del diputado Rejal brindan cierta esperanza cuando dice que “tenemos que ser capaces de dar una discusión relacionada con el desarrollo del interior, como fue el caso de la Ley de Reparación Histórica que se dio a las provincias más postergadas, que permitió la Ley de Promoción Industrial y la de Diferimiento”.
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