El destituído gobernador Ángel Maza insistió con que fue víctima de "un golpe de Estado para quedarse con el manejo de los fondos públicos" y no descartó volver al ruedo político, aunque admitió que por ahora no ocupará cargo nacional alguno. "No hice nada que no corresponda", dijo Maza al hablar sobre el proceso que culminó en su destitución el pasado 13 de abril, luego que la Legislatura lo enjuició políticamente por mal desempeño en sus funciones al cuestionar la expropiación de tierras en la zona sur de la Capital. Para el ex mandatario, "fue un plan premeditado para quedarse con el manejo del gobierno y de los fondos públicos y de una menara tramposa ganar la elección", apuntó en obvia referencia al actual gobernador Luis Beder Herrera, quien obtuvo el triunfo en los comicios de agosto pasado por amplia mayoría y el respaldo de casi el 50 por ciento de los electores. "El juicio (político) estuvo viciado. En el procedimiento hubo falta de garantías y de justicia", sostuvo el ex mandatario, quien además aseguró que "no me interesan los cargos. He tenido ofrecimientos. Pero voy a descansar. Me interesa esto: el juicio de la gente y de la historia". Cuando se le preguntó sobre su futuro en la política, Maza dijo: "tengo 53 años, tengo muchas ganas y sueños e ideas para nuestra provincia y nuestro país. Me he preparado. No se puede actuar con recelo y envidias". Fue una forma de decir que no se considera jubilado políticamente.Y embistió nuevamente contra el proceso que lo destituyó, al decir que "las acciones estuvieron destinadas a boicotear nuestra gestión de gobierno. Y el gobierno nacional sabe que esto fue un golpe de Estado".
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