No sólo los caciques ruralistas y sectores de la oposición presionan a los gobernadores para que se le planten a Cristina de Kirchner y le exijan rediscutir la coparticipación.
A la cola del ventarrón que levantó el agro contra las retenciones a las exportaciones, también los intendentes erosionan desde abajo a los mandatarios para que peleen ante la Casa Rosada un reparto de fondos más justo que les permita engrosar a su vez las remesas hacia las arcas locales, informó este martes Ámbito Financiero. Entre los alcanzados por las exigencias de los jefes comunales se encuentran, entre otros, el bonaerense Daniel Scioli, el chaqueño Jorge Capitanich y el riojano Luis Beder Herrera. El planteo proviene tanto de figuras que comulgan con los oficialismos provinciales como de funcionarios opositores, y tiene que ver con los apremios que buena parte de ellos deberán enfrentar este año para hacer frente a los compromisos mínimos, como el pago de sueldos y el mantenimiento de los servicios públicos, en sintonía con el deterioro de los bolsillos de las provincias. En los casos de distritos ligados al agro, en pleno paro del campo los intendentes debieron dar la cara ante los combativos productores, que exigían un acompañamiento férreo en el reclamo por parte de los funcionarios electos en las urnas. Es en ese marco que se inscribe -obligadamente- la presión sobre los gobernadores.
Ese tironeo se dio por caso vívidamente en la Plaza de Mayo la semana pasada, cuando los intendentes del conurbano bonaerense subieron a los micros a miles de militantes para brindarle un respaldo a la Presidente, mientras que en general los dirigentes del interior provincial mostraron bajo perfil para no ganarse la inquina de sus gobernados. Precisamente, de este último lote -de variado color político- surgieron los pedidos más enfáticos a la administración de Daniel Scioli para que batalle un reparto «más justo» de la coparticipación ante el gobierno nacional, que incluya el reparto de las demonizadas retenciones a las exportaciones del agro.
En el caso de Chaco, el justicialista Capitanich se vio forzado a convocar a una cumbre con intendentes, luego de que en las últimas horas, jefes comunales de la Alianza denunciaran que la caída en la coparticipación municipal -de cerca de 25%, dijeron- derivó ya en complicaciones para pagar salarios y cumplir con compromisos mínimos. El escenario se complicó con la reducción en las transferencias nacionales de marzo a la provincia. Sin embargo, según el mandatario, el reparto de tributos a los municipios creció 30% durante el primer trimestre de 2008 respecto a igual período de 2007. En La Rioja, en tanto, desde la intendencia de la capital provincial, que lidera Ricardo Quintela, reclamaron al mandatario Beder Herrera la sanción de una ley de coparticipación municipal porque -dijeron- en la provincia «se está infringiendo la Constitución». Presionado por las arcas vaciadas por la reducción de las transferencias nacionales, el gobernador a su vez batalla ya respuestas ante la Casa Rosada, en donde no descarta una reunión con la Presidenta de la Nación y plantear su postura y solicitarle la agilización del envío de fondos a la provincia.
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