Al tiempo que Quintela quiere que se derogue la ley de emergencia financiera, sus pares del interior reafirmaron el apoyo a Beder Herrera y reconocieron que hoy reciben más fondos para gastos de funcionamiento El pasado lunes, todos los intendentes del interior acordaron juntarse en el hotel King. Salvo el chileciteño Lázaro Fonzalida, que había estado reunido el domingo con el gobernador, todos los departamentos estaban representados. Liderados por Claudio Saúl (Rosario Vera Peñaloza) y Gustavo Minuzzi (Arauco) delinearon por casi 45 minutos los tres puntos a tratar una hora después con Luis Beder Herrera en la Casa de Gobierno. En forma inocente o posiblemente a propósito, los jefes comunales se convocaron en el mismo lugar que todos los lunes a la mañana encuentra a Ricardo Quintela con sus funcionarios y diputados provinciales. Allí el intendente capitalino conoció de propia boca de sus pares del interior los puntos a discutir con el primer mandatario, centralizado en la cuestión financiera. Quintela ratificó su sospecha, que los mismos intendentes que lo apoyaron en su proyecto político en las elecciones a gobernador y vice con Fernando Rejal, ya no le respondían. Son los mismos que estuvieron con Ángel Maza, que pidieron la intervención de la provincia, y hoy son los que levantan las banderas del bederismo.
Un hombre muy cercano al intendente reconoció que “quizás no querían que vayamos”. Así lo dejaron solo a Quintela con su reclamo de más fondos para poder ejecutar su “programa de Gobierno”, explicó el intendente, aunque dijo que está “abierto al diálogo” con el gobernador.
“Nosotros tenemos un monto fijo y la demanda crece”, dijo el intendente, al explicar sus permanentes demandas de recursos hacia la Casa de Gobierno. Al tiempo que el intendente capitalino quiere que se derogue la ley de emergencia financiera, uno de los aspectos analizados con los legisladores capitalinos, sus pares del interior reafirmaron el apoyo a Beder Herrera y reconocían que hoy reciben más fondos para gastos de funcionamiento. La secretaria de Hacienda municipal, Claudia Ortiz, confirmó que la provincia aporta $ 1.800.000 mensuales a la municipalidad, pero es un acuerdo reciente, dos meses, y la plata se destina íntegramente al problema de los sueldos. "La suma de $ 1.800.000 se acordó hace dos meses entre el gobernador y el intendente, pero dentro de ese monto, nos tenemos que hacer cargo de la política salarial. Por ejemplo, el Gobierno acordó $100 para los docentes de toda la provincia, no nos mandaron las partidas, y nos tenemos que hacer cargo nosotros", señaló. En los números municipales, si el Gobierno se hace cargo de la mitad del desfasaje salarial ($ 400 mil), se aliviaría la situación de los servicios. Según Minuzzi, "si bien cada departamento tiene su realidad particular en lo que es la producción, todos coincidimos en trabajar mancomunadamente", tras la reunión con el gobernador. En ese sentido, el intendente de Arauco puntualizó que "si se destraba la ley de emergencia se ponen en marcha otras cuestiones que nada tienen que ver con el tema salarial, por ejemplo los juicios que algunas personas tienen contra la provincia y eso significa desencadenar una seria de reclamos económicos que terminarían impactando en las finanzas de la provincia". De esa forma, los intendentes del interior le cerraron los caminos a Quintela, en su juego de dejar sola a la Capital.
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