LOS HERMANOS QUINTELA DICEN EN LA ROSADA QUE BUSCARÁN LA REELECCIÓN.

Ricardo Quintela se encuentra en Capital Federal, como todos los miércoles. Casi todos las semanas se reúne con su amigo, el ministro del Interior, Florencio Randazzo. El jefe comunal tiene el número personal del ministro de Cristina Fernández de Kirchner y la relación se reafirmó por el acompañamiento de Teresita Quintela a cada una de las iniciativas oficiales en el Senado. Randazzo también lo llama a Quintela y conoce de boca del jefe comunal una parte de la historia de La Rioja. En los pasillos de Casa Rosada, Quintela dice que buscará la reelección como intendente para pelear por la Gobernación en el 2015. Cree que no es momento para enfrentar a Luis Beder Herrera, quien seguramente irá por otro mandato. La reelección de ambos está habilitada por la última reforma constitucional, ya que se cuenta como primero mandato el actual que finaliza el año que viene. Sin embargo, Quintela le gustaría sentarse a discutir con Beder Herrera sobre las condiciones en el apoyo a la reelección. El quintelismo pretende tener el mismo trato que los demás intendentes, como así también dirigentes. Ya pasó que Quintela le puso el grito en el cielo al gobernador, al apoyar a Néstor Bosetti para que encare la urbanización del sector conocido como La Banderita. Allí advirtió que el diputado buscaba la creación de un municipio paralelo. Por eso, levantó el teléfono y acordó que un trabajo con conocimiento del proyecto financiado por la provincia. Por los mismos pasados del intendente, la senadora comenta en Buenos Aires que irá por su reelección. Al igual que su hermano, cree que su momento en la provincia será en el 2015. Pero el ala dura del quintelismo se entusiasma otra vez con un proyecto provincial, aunque los antecedentes no son positivos para ese sector. Ya perdió dos elecciones a gobernador. Mientras los diálogos políticos avanzan, Quintela le ordenó a Carlos Machicote, secretario de Servicios Públicos, que aceite aún más esa área y que los contribuyentes vean un grupo de empleados relacionados a la mejora de la ciudad. Así se da el asfaltado de las calles de los barrios más populosos y la limpieza en sectores alejados a la zona céntrica. El quintelismo no desconoce que ese plan de reafirmar aún más la gestión dará una mejor imagen al Intendente ante la sociedad capitalina. Pero el juego político también busca que sea el impulso para que el sector esté más representado en el Concejo Deliberante para no encontrar escollos en el próximo mandato.