lunes, 26 de abril de 2010

NESTOR KIRCHNER VUELVE A INSISTIR CON SER CANDIDATO EN EL 2011.

Hay una mejora relativa del ex presidente y de la imagen del Gobierno. Pero también hay un techo por ahora impenetrable para Néstor Kirchner. Es la única encuesta nacional conocida sobre intención de voto. El trabajo señala que que Kirchner trepó hasta 23,9% en intención de voto, luego Cobos cosecha el 16.9 % y Mauricio Macri el 14,9%. Desde que llegaron al poder, hace siete años, los Kirchner se impusieron una decisión: la quinta de Olivos debería ser lo más parecido a una casa. Eso los llevó a hacer un culto de su intimidad. Sólo cuatro personas compartían los secretos de Olivos. Con los años, la Presidenta dejó entrar más ministros y dirigentes, pero sólo para reuniones de trabajo. A Cristina Kirchner le gusta más la quinta que a su esposo. El ex presidente trabaja allí en una oficina apartada de la residencia. Recibe todas las semanas gobernadores, políticos, legisladores. ¿La novedad? Kirchner se muestra ahora más optimista con la noticia de que algunas encuestas marcan que detuvo la caída y hay alguna recuperación de su imagen. No habla de su potencial candidatura, pero trabaja con obsesión para que el kirchnerismo se quede en el poder otros cuatro años. El ex presidente trata de transmitir su nuevo entusiasmo. Habla más distendido: en el lenguaje K significa que no tendría hoy el ánimo exasperado. Se convirtió en un militante de su propia causa. Muchos funcionarios, gobernadores y legisladores que lo visitaron cuentan en privado que se lo ve más recuperado luego de la operación de carótida a la que fue sometido en febrero. Subió de peso. Lo único que todavía les impresiona a algunos cuando van a Olivos para esas reuniones privadas es ver de cerca la cicatriz de la intervención. El ex presidente jamás tapa la marca con pañuelos. "La verdad, me impresionó la primera vez. Pero hace poco lo volví a ver y está mucho mejor", contó un dirigente que hace tiempo no tenía un mano a mano con él. Cuando el ex presidente está en actividad en Olivos, casi nunca aparece la Presidenta. Marcan hasta en ese pequeño detalle sus espacios de poder. Hace un par de semanas volvió a Olivos un intendente que hacía tiempo que el matrimonio presidencial lo tenía suspendido por no dar muestras de fe oficialista. Kirchner lo llamó, lo invitó, y lo recibió a solas. No fue con vueltas. Después de algunas preguntas casi formales, le hizo un planteo: "Vos criticá, eso no me jode. Pero tenés que jugar adentro". "Adentro" es en el PJ. Su invitado usó ese momento para decir sus verdades sobre algunos temas del kirchnerismo con los que no está de acuerdo. El intendente se llevó de Olivos la sensación de que las versiones de que el ex presidente alienta herederos -como el gobernador Daniel Scioli- son sólo eso: versiones. Kirchner vuelve a pensar en el mismo. Está obsesionado con "ordenar" -esa es la palabra que usa- al peronismo. Por eso, llamó al intendente díscolo y cada uno de los gobernadores. No descuida ese frente. Hay un grupo de gobernadores encabezado por Scioli con quienes tiene reuniones y llamados muy seguido. Incluye al de Chaco, Jorge "Coqui" Capitanich -para algunos "el niño" mimado del matrimonio-, el de San Juan, José Luis Gioja, y el tucumano José Alperovich. El jueves último llamó a Alperovich: "José venite el martes que hay consejo del PJ", le dijo. El tucumano es uno de los gobernadores, junto con Gioja, que mejor imagen tiene en su provincia. El ex presidente trabaja sobre el PJ. "El quibombo se va a ordenar con todos adentro del partido peleando la interna", es la frase que le atribuyen. A nadie le confiesa sus planes personales. Sólo lo hace frente a su esposa. Nadie conoce esos secretos. Además, con el resto del mundo K Cristina Kirchner habla sólo de gestión, nunca de política. Nadie se anima a preguntarle a la Presidenta qué planes hay. La única pista es que "el proyecto" deberá tener continuidad en 2011. Kirchner jura que el 14 de agosto del año próximo se harán las elecciones primarias que definirán los candidatos presidenciales. Los ministros y funcionarios que trabajan en el tema electoral no tienen dudas. Con esa convicción, el ex presidente apuesta a reforzar su presencia en el conurbano. Ha retomado en los últimos tiempos la relación con los intendentes clave que, sabe bien, en la elección que perdió con Francisco de Narváez jugaron a dos puntas. Kirchner va con algunos números en la mano y milita: les dice que comienza a cambiar de a poco el clima adverso al Gobierno. En su edición del jueves Clarín publicó una encuesta de Aresco en línea con la información que filtra el núcleo duro K: hay una mejora relativa del ex presidente y de la imagen del Gobierno. Pero también hay un techo por ahora impenetrable para Néstor Kirchner. Es la única encuesta nacional conocida sobre intención de voto. El trabajo señala que que Kirchner trepó hasta 23,9% en intención de voto, luego Cobos cosecha el 16.9 % y Mauricio Macri el 14,9%. La cuesta que tiene que subir Kirchner es importante: necesita evitar la segunda vuelta ya que, hasta en las conversaciones del PJ, dicen que ese sería su final. Para evitar el ballotage es necesario trepar hasta el 40 por ciento. Hoy está muy lejos. El jefe del bloque de senadores del oficialismo, Miguel Angel Pichetto también estuvo en los últimos días en Olivos con Kirchner. "Lo vi con optimismo y expectativas. Quiere consolidar este proyecto. Está motivado y con ganas de cara al futuro", contó después del encuentro. Pichetto lo visitó para hablar del peronismo y de cuestiones de su provincia, Río Negro. Otra fuente que estuvo en la quinta en las últimas semanas vio al ex presidente preocupado por la salud del vicegobernador Alberto Balestrini, que sigue grave y con pronóstico reservado después de sufrir un accidente cerebro vascular. Kirchner tiene por él un afecto especial. También político: siempre valoró sus condiciones políticas para contener al difícil PJ bonaerense. Leal al kirchnerismo, Balestrini es una pieza clave. Todos en el PJ rezan por su salud pero hay también preocupación política de los caciques del conurbano: no quieren que el partido quede en manos de Hugo Moyano. De eso también se empezó a hablar, aunque con mucho respeto por el mal momento que pasa hoy Balestrini. Otro hombre que también visitó Olivos en las últimas semanas fue el senador José Pampuro, presidente provisional del Senado. Dejó en el pasado algunos atisbos de distancia con "El Flaco" -como le dice al ex presidente- y está súper alineado con el matrimonio. El fue uno al que el senador Carlos Reutemann habría confesado su voluntad de no ser candidato y le habría pedido: "Pepe, decile a los muchacho que no insistan". La noticia había llegado a oídos del ex presidente por otra vía. Pampuro dice hoy en privado: "Yo me voy con los Kirchner. Puede ser que después no haga política porque son muchos años. Fui el primer kirchnerista y seré el último". El senador es uno de los hombres que tiene buenas relaciones con todos en el PJ. Pero también trata con opositores, entre ellos Cobos. Fracasó en dos intentos de acuerdos en el Senado y nunca rompe puentes con nadie, salvo con Eduardo Duhalde. Kirchner habló con Pampuro del avance de la economía, de los pronósticos para 2011 y de lo bien que se sentía. Pampuro se fue con la sensación de que su jefe estaba en carrera. Algunas fuentes dicen que hasta se puso de vuelta la camiseta y volvió a jugar al fútbol en la cancha de Olivos. Los sábados, como siempre.

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