Funcionarios del gobierno nacional, a través de la ministra de Desarrollo Social que conduce Alicia Kirchner, destacaron este jueves el trabajo de la subsecretaria de Desarrollo Humano y Familia, Teresita Madera, al monitorear los programas sociales.
Allegados de la hermana del presidente Néstor Kirchner se reunieron entre el miércoles y este jueves con Madera. A La Rioja llegó Fernando Ricardini, referente regional del Nuevo Cuyo del Concejo Nacional de Niñez y Familia y en la oportunidad, analizaron todos los programas alternativos relacionados a los niños.
Ricardini también visitó el Instituto "Nueva Vida" en donde valoró la nueva metodología en cuanto a los derechos del niños y sobre la ejecución de los programas para jóvenes en conflicto con la ley.
Cabe destacar que el Gobierno a través de la Subsecretaría de Desarrollo Humano y Familia informó el avance en cuanto a las políticas de atención a jóvenes residentes del instituto "Nueva Vida", brindando mayor respaldo terapéutico y delimitando su accionar. En ese sentido se estableció como prioridad, objetivos a corto y mediano plazo, el trabajo coordinado con el Juzgado del Menor e instituciones como el Ministerio de Salud y la Agencia de la Juventud. "Cambio del modelo de abordaje de la metodología represiva a la metodología educativa", aseguró la directora.
La licenciada Alejandra Romero, directora de la residencia "Nueva Vida" adelantó el trabajo en materia institucional que se lleva adelante desde la entidad, detallando varios puntos en los que se quiere hacer hincapié para mejorar las actividades profesionales y el resultado en los jóvenes pacientes. En ese sentido aclaró que "únicamente se brinda atención, respaldo terapéutico y tratamiento para su reinserción, a jóvenes varones de 14 a 18 años que estén bajo determinada situación judicial, no atendiendo a personas con problemas de adicciones ni a contraventores".
Las derivaciones "se aceptan en casos "extraordinarios" ya que la institución está pensada como alternativa y como medida excepcional, que funciona cuando ya se han agotado las instancias previas de trabajo con el psicólogo y las familias. "Allí se toma la medida de traerlos a la residencia", ejemplificó Romero.
En la actualidad, se atiende a cinco jóvenes residentes y dos que se encuentran en estado ambulatorio. En total, la capacidad del Instituto es para 10 o 15 varones de 14 a 18 años, ampliando la franja de edad, que anteriormente arrancaba en los 16 años.
Un punto importante entre los objetivos institucionales y de gestión, fue el pedido de la subsecretaria de Desarrollo Humano y Familia, Teresita Madera quien solicitó enmarcar el trabajo de la residencia dentro de la normativa de " La Convención de los Derechos del Niño" ya que en gestiones anteriores, la residencia, fue muy criticada por trabajar por fuera de esta convención, indicó la funcionaria.
En cuanto al trabajo conjunto con el Juzgado del Menor, Romero explicó que "hay una comunicación mucho mas fluida lo que permite facilitar la primera etapa del tratamiento que es la admisión. En esa forma aquel residente que venga bajo oficio judicial, pasará por el proceso de admisión, que dura un mes y que se ajustará a este nuevo perfil institucional". Además detalló que "se persiguen ciertos objetivos para cada uno de los adolescentes. Nosotros trabajamos exclusivamente con jóvenes de 14 a 18 años que llegan derivados por un oficio judicial, enviado por el Juzgado del Menor donde se solicita la realización de un tratamiento de reinserción social, educativa y laboral".
Romero adelantó también que se está trabajando conjuntamente con el Ministerio de Educación en la implementación de un proyecto que trata sobre "la educación en un contexto de encierro", el cual propone que diariamente la maestra dé clases a los residentes. En ese sentido también agregó que se trabajó mancomunadamente con la Agencia Provincial de la Juventud, para permitir que los residentes participen de los talleres en capacitación en oficios que propone la institución juvenil.
"El trabajo que se hace es constante, continuo y responde a una propuesta de tratamiento que abarca varias etapas. Este proceso terapéutico dura aproximadamente seis meses a un año, siendo siempre un tiempo estimado, según las características de conducta de cada individuo", explicó la directora.
"Es importante aclarar esto porque antes en esta institución se brindaba otro tipo de abordajes paralelos y en esta nueva gestión esto se han redefinido los objetivos institucionales. Nosotros trabajamos en la residencia con este tipo de tratamientos, exclusivamente", remarcó Romero quien agregó que "cambió del modelo de abordaje de la metodología represiva a la metodología educativa".
La directora también dejó debidamente explicado que "no trabajamos más en tratamientos por adicciones ni tampoco con contraventores. No negamos que muchos de los chicos que entran con este nuevo criterio de admisión presentan problemas de consumo de drogas, pero cuando se detecta este tipo de situación se lo deriva, ya que por adicciones deben tener algún tipo de abordaje especial".
Sumado a esto, ejemplificó que dada la cantidad de casos que se detectaron de este tipo, decidieron delimitar la amplitud de las actividades que realiza la residencia.
Por último, la licenciada reforzó la idea de promover la capacitación de todo el personal tanto de operadores como de equipos técnicos. Para ello se promovió la evaluación psicológica de todos los operadores que estaban y de los aspirantes, siendo estos los que acompañan permanentemente a los residentes, en su estadía, efectivizando su tratamiento.
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