EL GOBERNADOR APUESTA AL DESARROLLO CAPRINO EN LA PROVINCIA.

En ese sentido, el gobernador Luis Beder Herrera recibió a representantes del Instituto Nacional de Tecnología Industrial, quienes llevan adelante una experiencia de generación de valor agregado de productos derivados del cabrito, a través de la utilización del cuero de los animales faenados como materia prima. El mandatario, que estuvo acompañado por el secretario de Ganadería, Silvio Murúa, manifestó su apoyo al proyecto, por considerar que puede ser de gran impacto entre los pequeños productores, generando trabajo y mayores ingresos, uno de los objetivos centrales de su gestión de gobierno. El titular del Ejecutivo recordó otras acciones directas de promoción a los productores riojanos tradicionales como las encaradas en el sector vitivinícola en cuanto a mosto y uvas para pasas y agregó que la intención es generar el mayor valor agregado posible, ya que eso significa lisa y llanamente mejorar la calida de vida de nuestros productores. En la oportunidad, el INTI estuvo representado por el director del Programa Unidades Demostrativas-Productivas del curtido, Hernán Zunini y Jorge Dreón, técnico especialista en curtido. También participó de la reunión la Ing. Adriana Garello (INTA); la Ing. Fernanda Fiorani, por el Programa Social Agropecuario y por el área de Desarrollo Rural, Raúl Corzo y Sergio González, entre otros. El secretario de Ganadería, Silvio Murúa, explicó que en el encuentro se abordaron temas vinculados al proyecto de "mejoramiento de las cadenas de valor, tanto de carnes como de cueros de cabrito, que lleva adelante la provincia". El funcionario destacó que se están cumpliendo los "primeros pasos de un convenio firmado a finales del 2007", vinculado al mejoramiento de las cadenas de valor en la venta de cabritos". Murúa señaló que "se entregaron al INTI (a la sede ubicada en la ciudad de La Plata), 70 cueros de cabritos de diferentes zonas de la provincia. Allí se hizo el curtido de esos cueros y hoy tenemos el resultado y el valor agregado de esa materia prima convertida en botas, zapatos, zapatillas, además de todo el potencial que significa el cuero curtido para la elaboración de prendas como carteras, vestimenta, etc.". "La idea general es concentrar, a través de los mataderos y frigoríficos (ya localizados en Chamical, Milagro, Chepes y posiblemente en Capital), todos los cueros. Entonces, este centro del curtido va es estar asociado a uno de estos frigoríficos y se producirá la materia prima, la que después, con capacitación de la gente, se va a transformar la misma en todos los productos antes descriptos", remarcó. La materia prima básicamente se refiere a cueros de cabras, corderos y conejos. "Estamos hablando de un proceso orgánico y en el caso de utilizarse alguna sustancia que pueda ser contaminante, los mataderos y frigoríficos cuentan con una planta de tratamiento de residuos", enfatizó Murúa, quien afirmó que de acuerdo a las muestras, en la actualidad está permitido hasta un 3 por ciento de óxido de cromo. "Las muestras de cueros que se trajeron hoy no superan el uno por ciento, por lo que cubrimos los riesgos ambientales", argumentó. La idea es hacer en corto plazo la integración entre la materia prima, es decir la carne de cabritos faenados desde La Rioja, con el cuero que queda, transformarlo en unidades productivas de curtido. Luego, con capacitación a los productores, transformar esa nueva materia prima, que es el cuero curtido, en productos con valor agregado. En los primeros análisis realizados por el INTI, los cueros dieron excelentes resultados. "Se tuvieron en cuenta dos aspectos, como cueros de animales de la zona del llano y de montaña, ya que existen variaciones en los atributos del cuero en cuanto a grosor del pelo, del cuero y texturas. En consecuencia, también tienen distintos fines en el valor agregado que se dará". Con el tiempo, cada una de las razas tendrá una tipificación o atributos para el cuero. En este sentido, el INTI –que hará una tutoría de 3 años en la provincia con este proyecto- por el momento está haciendo un mejoramiento genético en cabras y ovejas. "El esfuerzo que está poniendo el gobierno en mejorar la calidad de vida de la gente del campo, se cristalizará en la medida en que podamos materializar estos proyectos, no solamente producir cabritos y venderlos al cabritero, sino poder entregarlo a un frigorífico –donde se garantizara un precio sostén del kilo de carne de cabrito, pero, por otro lado, vamos a recoger el cuero al que también le vamos a dar un valor agregado", reseñó Murúa. Por último, sostuvo que "lo importante es que el valor agregado quedará en la provincia, antes se iba a otras provincias, puesto que el cuero salía sin ningún tipo de tratamiento; de esto se trata el proyecto".