El tiempo transcurrido no pudo hacer que el pueblo argentino olvide y deje de recordar lo que es la mayor agresión sufrida en nuestra historia contemporánea. Esto pese a toda la represión y opresión vividas, como también a la infinidad de versiones antojadizas y tendenciosas que buscaron y aún buscan justificar el genocidio producido, necesario para imponer un plan económico que retrasó al país por décadas.
El peronismo en su conjunto, como fuerza política transformadora en la Argentina, fue y es quien mayores cambios positivos implementó en el país, con los lógicos errores y hasta desviaciones que se dieron en algunos momentos históricos.
Por ello siempre fuimos quienes mayores ataques sufrimos desde los enemigos de la Nación. Así fue en el 55`con la "fusiladora" de Isaac Rojas, Aramburu y asociados de diversos partidos políticos, alguno de ellos "muy democráticos", así ocurrió con las proscripciones y con las elecciones anuladas en la década del 60`y así se llegó, resistencia mediante y triunfo popular en 1.973, al 24 de marzo del 76` con la "genocida" de Videla, Agosti, Massera, Martínez de Hoz y otros, a partir de lo cuál se produjo el desguace de la economía, la producción y la cultura nacional, para lo cuál necesitaron perseguir, encarcelar, torturar, asesinar y hasta hacer desaparecer a los mejores hijos del pueblo. Esa masacre se llevó a 30.000 compatriotas, en su mayoría jóvenes y gran parte de ellos, peronistas.
A 32 años de aquel hecho, "el último golpe de Estado", vivimos una democracia que nos posibilita un tránsito distinto, con aciertos y errores de nuestros gobernantes, pero con la posibilidad de aportar, de levantar las voces, de peticionar y hasta de disentir y protestar.
El peronismo nuevamente está a cargo de los destinos del país y de la mayoría de las provincias, ratificando así su condición de autentico Movimiento Nacional con larga raigambre histórica y con muy amplios horizontes desde el presente hacia el futuro.
Nuevos desafíos se encuentran ahora y también cuestiones pendientes. Atendiendo esas situaciones y sumándonos a los esfuerzos de los organismos de derechos humanos y a la firme decisión del gobierno nacional de avanzar en la búsqueda de la verdad y la Justicia, es el camino a seguir, homenajeando a los héroes del pueblo y aspirando a satisfacer las demandas de la sociedad, de vivir en una Nación grande con su pueblo integrado y feliz.
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