Ya no sólo es una queja por el conflicto del campo como tema excluyente. El clima de rebeldía de varios gobernadores e intendentes del PJ contra la Casa Rosada excedió la agenda del agro y amenaza con desbordarse.
A la actitud beligerante que se desató la semana pasada entre algunos gobernadores oficialistas por la falta de respuestas del Gobierno ante el conflicto del campo se sumaron en las últimas horas otros polémicos temas que hacen al sustento de las provincias: la obra pública con fondos nacionales y el reparto de la coparticipación. El gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, parece ser el más duro de todos. Este lunes amenazó con ir a la Justicia si la Nación no le gira los fondos prometidos para la obra pública. Se trata de redoblar la apuesta de una "afrenta" que Schiaretti comenzó con la Presidenta por haberlo excluido del papel de mediador con el campo. Pero Schiaretti no es el único peronista díscolo. El gobernador de Chubut, Mario Das Neves, deslizó a sus allegados que mientras el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, siga en el cargo mantendrá una dura postura hacia el Gobierno. Este miércoles llegarán a la Casa Rosada tres gobernadores: Celso Jaque (Mendoza), José Luis Gioja (San Juan) y Luis Beder Herrera (La Rioja). Estos se quejan porque en el paquete de medidas de subsidio al flete de los pequeños productores de soja que anunció el ministro de Economía, Martín Lousteau, dejaron afuera a los productores de Cuyo y el Noroeste. Pero hay otras quejas de estos gobernadores que exceden el campo. Herrera está molesto porque la Casa Rosada aún no le renovó la firma del convenio de coparticipación extra de 250 millones de pesos anuales que recibe La Rioja. El riojano frenó, por ahora, un proyecto de la Legislatura que se aprobó la semana pasada y que exige que la Nación coparticipe al interior las retenciones del agro. Además, los mandatarios cuyanos transmitieron a sus allegados el trato desigual que tuvieron con respecto a otros gobernadores del PJ de parte de la Presidenta. Se referían a Jorge Capitanich (Chaco) y a Sergio Uribarri (Entre Ríos), que habrían recibido fondos para obra pública la semana última luego del apoyo explícito que hicieron a Cristina Kirchner. Daniel Scioli hace equilibrio entre la queja de los intendentes bonaerenses por la falta de fondos nacionales para obra pública y la disciplina que imparte la Casa Rosada. Pero se inclina por un apoyo irrestricto a la Presidenta. Fuentes del Gobierno dijeron a La Nación que "sólo Néstor [Kirchner] podrá solucionar el malestar de los gobernadores". El ex presidente tenía previsto un esquema de premios y castigos para los rebeldes en la reorganización del PJ. Pero la amenaza parecería no ser suficiente porque los reclamos persisten y sólo serían callados cuando haya una respuesta pragmática de la Casa Rosada. Este lunes hubo un ataque mediático a Das Neves liderado por el diputado oficialista Carlos Kunkel. Fue el mismo esquema que el kirchnerismo siempre ensayó ante las críticas de la oposición, sólo que esta vez en la vereda de enfrente hay peronistas.
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