El gobernador Luis Beder Herrera visitó las obras que se están ejecutando en el Instituto de Rehabilitación Social, que permitirán brindar mejores condiciones de habitabilidad a los internos y dotar de mayor seguridad al predio. Las obras constan de tres etapas y la primera estará lista en el mes de mayo. El mandatario resaltó las gestiones ante la Nación para solucionar los problemas de los jubilados policiales y del Servicio Penitenciario. Participaron de la recorrida, el ministro de Gobierno, Carlos Luna; la secretaria de Gobierno y Seguridad, Graciela Nader; el subsecretario de Derechos Humanos, Domingo Bordón y la directora del Servicio Penitenciario Provincial, Graciela Herrera Bazán. El mandatario admitió que "algunos aspectos, tanto en el servicio penitenciario como en la policía de la provincia, no están del todo bien, especialmente los vinculados a temas previsionales, aunque están mejorando de a poco".
Y en ese sentido destacó que "días atrás, por primera vez, se hicieron gestiones ante la Nación, en forma conjunta entre todos los sectores que tienen algo que ver con la previsión, con la seguridad social y las jubilaciones". Beder Herrera manifestó que entre los temas abordados estuvo "la situación de muchos de los policías jubilados que hace 16 años que no tienen un aumento, lo mismo le pasa a la gente que trabaja en la cárcel. Todos esos temas ya se están arreglando, despacito, con perspectivas favorables". El titular del Ejecutivo indicó que "queremos firmar un acta con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, donde estén involucrados los temas de la provincia para solucionarlos" y agregó que "les pido a todos que tengan paciencia, esta situación es resultado de años de desidia, de no hacer las diligencias, de no hacer las cosas y arreglarlo nos tomará su tiempo". Sobre el estado de la cárcel, el gobernador dijo que "refaccionarla nos va a tomar tiempo" y expresó su sorpresa por la situación que se vivía en el SPP en la que los presos tenían demasiadas prerrogativas. "Era un desastre, pero gracias a Dios no pasó nada y ahora la situación es distinta. El mandatario provincial remarcó que "ahora manda el Servicio Penitenciario, como tiene que ser" y apuntó que "estamos buscando condiciones dignas para nuestros presos". El gobernador explicó que hay un 80 o 90 por ciento de la población carcelaria que son riojanos que están por delitos menores y planteó que lo ideal sería evitar que se mezclen con presos de mayor peligrosidad. El objetivo, dijo, es contar con un pabellón de máxima seguridad, "para separar la gente violenta de aquellos que quieren cumplir su condena rehabilitándose, que es la misión de la cárcel". En cuanto a las obras, Beder Herrera sostuvo que "el tema de la construcción se va demorar un tiempo" y puntualizó que varios internos están colaborando con las tareas de construcción. "Eso hace a la rehabilitación y es de interés del Estado que los presos hagan algo y estén trabajando". Al ser consultado sobre el régimen de salidas controladas, Beder Herrera indicó que "es un régimen lógico, que se aplica en las personas que están cumpliendo los últimos años, que salen a trabajar y vuelven". "Esto genera un cambio en la conducta, ya que es gente que está cumpliendo, a veces en el último año y ya termina su condena. Es un sistema donde las personas se van a adaptando a la libertad, ya que va a su casa, trabaja y vuelve a dormir acá", aseguró. Las obras en el Instituto de Rehabilitación Social están divididas en tres etapas. La primera de ellas demanda una inversión de más de 500 mil pesos y tiene un plazo de ejecución de 5 meses. Se prevé su entrega a fines de mayo.
La misma está a cargo de la empresa Base construcciones y comprende la construcción de dos pabellones con una capacidad de 12 celdas cada uno, con paredes y piso de hormigón armado para evitar el cavado de boquetes y túneles. Las celdas, como medida de seguridad, no cuentan con acceso a ninguna instalación eléctrica como enchufes.
En esta primera etapa también se incluye la construcción de 2 garitas de vigilancia, de 8 metros de altura, equipadas con alta tecnología, con baño y protección para piedras y un muro perimetral entre ambas garitas, de 5 metros de altura. Además supone la construcción de un espacio de recreación, sala de visita, juegos para niños, canchas de fútbol y básquet, sala de estar y lectura, entre otros aspectos. La segunda etapa comprenderá la construcción de un pabellón para internos de máxima seguridad y uno para infectados con VIH. En tanto que la segunda etapa abarcará lo referido a la remodelación y refuncionalización del acceso al predio. Estas dos etapas demandarán una inversión de 1.700.000 pesos.
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