El Observatorio de Discriminación en los Medios de Comunicación presentado por la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner el viernes pasado genera preocupación entre los defensores de la libertad de expresión. En ese acto, la Presidenta convocó a las universidades de Ciencias Sociales estatales para que se sumen al Observatorio, integrado por el Comité Federal de Radiodifusión (Comfer) y el Instituto contra la Discriminación y la Xenofobia (Inadi) y el Consejo de la Mujer. También recibió un informe de la facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires (UBA) que llama la atención sobre expresiones de periodistas “que lejos de importar afirmaciones de hechos o apreciaciones opinables, llenan de vergüenza e indignación por sus contenidos clasistas y racistas”, durante la cobertura del “lock out” agropecuario.
Para el abogado constitucionalista Gregorio Badeni, el documento emitido por las autoridades de Ciencias Sociales de la UBA expresa la disconformidad con la cobertura, pero “su fundamentación supera los límites de la mera discrepancia al propiciar la aplicación de mecanismos de control sobre la prensa libre, impropios en un auténtico sistema democrático constitucional”. Asimismo, Badeni resaltó que en el documento “con particular malicia o ignorancia se atribuye a los medios de prensa, una línea editorial proclive a defender la postura de los sectores agropecuarios debido al "mercado publicitario extraordinario" que habrían generado y que acarrearía un compromiso económico traducido en esa línea editorial. Semejante afirmación dista de adecuarse a la realidad periodística –reflexionó y explicó- La línea editorial de un medio de prensa libre no se subordina a valores económicos, porque ello importa su partida de defunción al perder credibilidad en la sociedad”. Y sobre ese aspecto subrayó el rol de los ciudadanos en la comunicación: “Distinto es el caso de aquellos programas radiales o televisivos fomentados por el Gobierno con la publicidad oficial, y cuya duración suele ser efímera porque, precisamente, el ciudadano no es un sujeto pasivo. Es un individuo que no desea ser engañado, y cuando percibe el engaño, aplica la más severa sanción que puede recibir un medio de prensa: el abandono”. Badeni consideró que las nuevas tecnologías expanden el universo de la comunicación, con difusión del pensamiento, la información y los valores en un ámbito de libertad que debe ser reconocido. “El documento emitido por las autoridades universitarias dista de admitir esa realidad. Se encierra en conceptos arcaicos propios de los regímenes políticos paternalistas y autocráticos –advirtió- “En síntesis, es lamentable que un claustro universitario tome partido en un conflicto de política agonal y que, en definitiva, pretenda cercenar la libertad de los periodistas”. Para concluir, Badeni recordó un párrafo del informe emitido por la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) el 3 de octubre de 2006: “Casi desde que asumió el poder, hace tres años, el presidente Néstor Kirchner señala cada vez que puede, con nombre y apellido, a determinados medios y periodistas, en actos públicos que predisponen a las masas en contra de esos medios y periodistas. Las consecuencias son amenazas más o menos anónimas contra esos medios y periodistas, así como el surgimiento de grupos violentos afines al Presidente que, al mejor estilo de las bandas fascistas de antaño, ejercen actos intimidatorios contra la prensa no adicta”.
A esto le sumamos lo que se publico en varios medios nacionales.
La Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (ADEPA) publicó una solicitada en los diarios de todo el país en la que rechazó el propósito "superfluo, anacrónico y perverso" del gobierno nacional de "controlar al periodismo" y reivindicó, de modo "perdurable", el rol de control que ejerce la ciudadanía, "a partir de sus propias preferencias". El texto de ADEPA, titulado "El rol de los medios", también señaló que el Gobierno pretende "enmascarar su objetivo de controlar al periodismo para adocenarlo" a través del Observatorio de Discriminación en los Medios, del Inadi, al que se reflotó, según su punto de vista, "para transformarlo en una herramienta que le garantice -son sus palabras- un relato mediático que brinde cabida a todas las opiniones". Según la solicitada, el propósito de control resulta "superfluo", porque los medios ya lo llevan a cabo "desde siempre, depositando en la conciencia pública la confianza de su propia libertad". En cuanto al calificativo de "anacrónico", la entidad que nuclea a los editores señaló que se ignora las expresiones de periodismo "ciudadano" que convierte "la intención controladora en una caricatura de dominación". Por último, ADEPA señaló que el propósito gubernamental también es "perverso" ya que la "confrontación permanente como estrategia de poder conduce a la fragmentación social y al enfrentamiento discriminatorio que dice querer evitar".
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