La Federación de Trabajadores de la Industria del Cuero y Afines (F.A.T.I.C.A) manifestó su "profunda preocupación" ante los anuncios vertidos por el Gobierno Nacional que harían suponer el otorgamiento de los beneficios de la promoción industrial a los eventuales compradores de la ex Curtiembre Yoma, el grupo brasilero Bom Retiro. El sindicato cuestiona la asignación de beneficios fiscales, sin los cuales ningún inversor ha mostrado interés en salvar la empresa de la que dependen mas de 1.200 familias, aunque Bom Retiro asegura empleo para unos 700 operarios.
"Es alarmante que herramientas fiscales que deben incentivar la industria nacional puedan ser usadas en detrimento de las pequeñas y medianas industrias del sector, como sucedió en los "90, cuando los integrantes de la entonces familia presidencial se encontraban al frente de la empresa", manifestó el titular de FATICA, Juan Carlos Martinez, quien al parecer desconoce la situación en la que quedarían los operarios de la ex curtiembre Yoma si, finalmente, ninguna empresa la reflota. "Nos preocupa que se repitan modelos de promoción que ocasionaron la destrucción de miles de fuentes de trabajo y le produjeron al Estado Nacional una pérdida de más de 200 millones de dólares. Si se decidiera otorgar los beneficios de la promoción industrial en este caso se estarían desconociendo las nefastas consecuencias que los trabajadores y la industria nacional debimos sufrir por la aplicación de modelos económicos que resultaron nefastos", aseguró Martinez. "Desde FATICA luchamos por que se sostengan las fuentes de trabajo existentes en la provincia de La Rioja. Sin embargo, estamos convencidos de que esto debe ser consecuencia de una apuesta integral a la cadena de valor del cuero orientada fundamentalmente al desarrollo de la industria nacional y no al beneficio de un grupo extranjero, que pretende la reedición de un modelo que produjo el enriquecimiento de determinados sectores empresarios y la desocupación de miles trabajadores", dijo el sindicalista.
"Sin dudas, fuimos nosotros, los argentinos, los que en el pasado tuvimos que afrontar los costos sociales de aquella fiesta y no queremos que esto vuelva a suceder", concluyó Martínez.
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