Lo que más rechazan los empleados estatales de planta es la injusticia en el Estado y especialmente por los salarios, pero también por las bendiciones políticas. Así el Estado se ha transformado en un refugio de políticos perdedores en elecciones pasadas y no tan pasadas, y de familiares -como "chicas amigas"- de la clase política que sigue vive, pese al paso de los gobiernos.Sin embargo, hay un marco de acuerdo entre el gobernador electo Luis Beder Herrera y el bloque de diputados justicialistas para avanzar en un blanqueo de los trabajadores de la Cámara de Diputados. Hasta hoy, nadie sabe cuántos son los trabajadores que integran la grilla, ya que en los últimos informes no se incluyó a los famosos "ñoquis". Por lo cual, desde la semana entrante se pondrá en marcha una campaña de concientización legislativa, con el fin de premiar a los empleados estatales y abrir un sumario para aquellos que no cumplen ninguna tarea con un final anunciado: expulsarlos de la estructura del Estado. En esa lista estarán los parientes de ex diputados, familiares de ex gobernadores y ex funcionarios, además de las "novias" de ciertos personajes políticos que se valen del Estado para mantener familias paralelas.La orden fue emanada por el gobernador electo y vicegobernador, a cargo del Ejecutivo hasta el 10 de diciembre, Luis Beder Herrera, porque "para hablar hay que empezar por casa". "Quieron que se vaya hasta el fondo", le habría dicho Beder Herrera a los legisladores -el viernes pasado- en un desayuno de trabajo en la Residencia Oficial.Luego Beder Herrera avanzaría con el Poder Ejecutivo y aconsejaría seguir el mismo camino al Poder Judicial, como a las Intendencias y concejos deliberantes. "No hay más plata para nadie, solo para los que trabajen", habría sido otra frase contundentes. El gobernador electo además haría un seguimiento del Concejo Deliberante capitalino en la que una auditoría interna habría detectado el pago de 260 recibos de sueldos, pero muchos ex funcionarios del intendente Ricardo Quintela no cumplen con sus tareas, aunque son empleados deliberativos. No habrá "caza de brujas", pero la fecha límite sería el 10 de diciembre, es decir que si no se blanquea se empezará a conocer quien son los empleados que no trabajan.
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