"Soy un defensor de la minería, vengo de una provincia minera", dijo el presidente Néstor Kirchner el miércoles pasado durante su visita a San Juan, a los micrófonos de Radio Sarmiento de San Juan.
Esta fue la primera declaración pública de apoyo al sector minero que se le escuchó a Kirchner en los últimos meses, después de un año difícil para la minería argentina, con la sanción de leyes en varias provincias prohibiendo la actividad a cielo abierto con uso de químicos. Tucumán, Mendoza, La Rioja, y hace unos días La Pampa, se sumaron a la lista de provincias que ya habían prohibido la minería con ese método, lista que habían iniciado Chubut y Río Negro en el 2003.
Pero además, fue el broche de oro para la gestión minera de José Luis Gioja en San Juan, después de haber obtenido el 61,1% de los votos en la última elección, algo que muchos leyeron como el aval de los sanjuaninos a toda su política, incluido el tema minero. Y si a los grupos antimineros locales les quedaba alguna duda, allí estuvo Kirchner el miércoles para ratificar la importancia de la minería en su gestión, y por ende en la de su esposa Cristina en el futuro. Es que según los encuestadores, ella corre con ventaja en la intensión de voto de los argentinos y sería la próxima presidenta del país. La frase "vengo de una provincia minera" no es un detalle. Cuando Kirchner era gobernador de Santa Cruz se comenzó a explotar oro y plata del yacimiento Cerro Vanguardia en esa provincia, en 1998, y fue la segunda del país de escala industrial que se ponía en marcha después de Bajo La Alumbrera, en Catamarca.
El presidente ya había dejado claro que la minería pisa fuerte en su política económica cuando en el discurso de apertura de sesiones del Congreso de la Nación, dijo que la actividad había alcanzado un récord histórico de inversiones con un crecimiento del 56.5%. Allí destacó que este año se construirán 7 nuevas minas, con una inversión de $12 mil millones, entre ellas las sanjuaninas Casposo, Gualcamayo y Pascua Lama, compartida con Chile.
El año pasado, en su quinta visita a San Juan, también se le consultó al presidente sobre la minería, "estoy de acuerdo con el desarrollo de la actividad minera, con protección del medio ambiente", dijo entonces. Las declaraciones estaban estrechamente relacionadas al conflicto que habían producido las palabras de su secretaria de Ambiente Romina Picolotti. Ella había dicho que la minería que usa cianuro "es la que está provocando mayor daño desde el punto de vista económico, ambiental y social". El gobernador Gioja aclaró entonces que el presidente mantenía firme su política minera y que en sus charlas personales Kirchner sostenía la importancia de la actividad para la economía del país.
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