Las plantas de la curtiembre que perteneció a la familia Yoma, en las localidades de Nonogasta y en Avellaneda, pasarían a manos de las empresas Bom Retiro Limitada, de Brasil, y la local Finehide, ya que podrían formar una unión transitoria para presentar una oferta. El juez Rubén Rejal, miembro de la Cámara Civil y Comercial que entiende en el proceso de liquidación de las plantas de la curtiembre que perteneció a la familia Yoma, en las localidades de Nonogasta (La Rioja) y en Avellaneda, aseguró que las empresas Bom Retiro Limitada, de Brasil, y la local Finehide, podrían formar una unión transitoria para presentar una oferta. La justicia riojana ratificó el proceso de liquidación de la empresa, cuya valuación fue fijada en unos $172 millones.
El proceso de liquidación de activos de la empresa tiene tres fechas clave. La primera subasta estará abierta hasta el lunes 5 de noviembre y si no existieran oferentes por una suma similar o mayor a los $172 millones, el jueves 8 la base se bajará al 65%. Si tampoco hay interesados, el martes 13 se reducirá al 35% del valor fijado por la Cámara. Trabajan en la curtiembre 1.500 operarios, en su mayoría bajo ciclos de suspensión durante los cuales perciben subsidios de los gobiernos nacional y provincial, debido a la escasa producción de la compañía.
Si bien las interesadas no explicitaron en concreto la oferta por la curtiembre, el juez adelantó que de proceder la opción, "sólo se harían cargo de 700 empleados" del total que existe actualmente en la empresa. "El resto, debería ser absorbido por empresas a conformar para tercerizar parte de la producción', detalló Rejal.
Además, "la condición esencial que reclaman los empresarios para tomar la curtiembre es que la Nación les otorgue créditos de promoción industrial y que se concluya la obra de construcción de una planta de tratamiento de efluentes industriales y de potabilización del agua", acotó el magistrado.
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