FERNANDO REJAL NO DESCARTA SU REELECCION A PESAR DEL EMBATE DEL BEDERISMO

De ahora en más, el intendente de Chilecito, Fernando Rejal, deberá gobernar su municipio en el marco de un fuerte embate del gobierno provincial, pero fundamentalmente de funcionarios provinciales chileciteños. De cara a las elecciones del 28 de octubre, el ministro de Gobierno y Derechos Humanos Lázaro Fonzalida, la ex secretaria de Gobierno Graciela Nader y el diputado provincial Enrique Molina, dentro del proyecto político del gobernador electo Luis Beder Herrera, quieren arrebatarle el control del departamento a Rejal, quien perdió en las elecciones a gobernador del domingo último. En declaraciones el ministro de Gobierno y Derechos Humanos, próximo a candidatearse por la intendencia de la ciudad de Chilecito, sostuvo que su postulación “es una aspiración” y añadió que debe conversarlo con Beder Herrera, alegando que su “jefe político y conductor”. “Me debo a esa coducción y voy a hacer lo que el me pida” señaló. Por otro lado dijo que si lo “necesitan en Chilecito” se va para ahí. A su vez, el diputado Enrique Molina expresó su total apoyo al nuevo gobernador Beder Herrera y dejó en claro que estuvo al lado de Rejal hasta el 19 de agosto. Con muchas palabras de permanente evasión, Molina intentaba dar vueltas para no confirmar su nueva alianza con Beder Herrera y demostrar que el no es como la mayoría, aduciendo que “muchos abandonan el barco antes de tiempo” y que él esperó hasta que finalicen los comicios, para recién tomar alguna decisión política. Molina dejo en claro que él no es un traidor y que tuvo la obligación moral de acompañar a Rejal en estas instancias. "Yo tuve el completo apoyo de Rejal en todos los momentos en que lo necesite". Agregó que este domingo quedó demostrado que la gente elige a Beder Herrera y que se considera un buen ciudadano, un buen cristiano y que acompañará al gobernador en su gestión. En relación a su lanzamiento como candidato a la intendencia de Chilecito, respondió que el quisiera ser presidente, aunque lo tomen por loco, porque ama la política y ama ayudar a la gente, pero afirmó que está en sus planes, presentarse en octubre para intendente del departamento. Y no dejó en claro si lo haría bajo el apoyo de Beder Herrera o Fernando Rejal, aduciendo que ellos se tendrían que sentar a conversar y encontrar algún arreglo. Por su parte, Jorge Jalil, secretario de Gobierno chileciteño, reconoció errores en la campaña de Quintela y Rejal, pero adujo parte del fracaso, a que los riojanos no necesitan trabajo, solo necesitan dádivas. Jalil comentó que están preocupados, porque evidentemente la gente está pidiendo un cambio, y que esta semana se reunirán a analizar cuáles fueron los errores cometidos. Con respecto a la renuncia de Armando Molina, jefe de campaña de Quintela-Rejal en La Rioja, Jalil manifestó que no va a renunciar y afirmó que el grupo en Chilecito está más fuerte que nunca, si bien se equivocaron en la manera de transmitir el proyecto a la gente, están planeando nuevas formas de transmitir las ideas. Dijo que Rejal está haciendo una muy buena gestión de gobierno y que están analizando el porque la gente no lo acompañó. Agregó que ellos creen “que Rejal es el mejor gestor” y que “en una de esas la gente no lo apoyó porque no quieren que se vaya de Chilecito hacia La Rioja”. Con respecto a octubre, dijo que aunque el intendente no éste con ánimos de presentarse nuevamente por la intendencia, Rejal se debe a un equipo político, y si el equipo quiere que se presente, Rejal lo tendrá que hacer. No dejó claro si Enrique Molina estará acompañándolos en este nuevo proyecto, pero tampoco lo dejó afuera. En referencia a los rumores de rejalistas que traicionaron la causa dentro de su mismo entorno, dijo que están evaluando todo, y que notaron que hay directores y funcionarios que no “comulgaron” con la propuesta, a los que el intendente determinará si les pide o no su renuncia por “las diferencias de pensamientos”. No quiso hablar de traición, sino de diferentes formas de pensar y ver las cosas. Finalizó diciendo que tuvieron una muy buena elección, aunque estaban absolutamente convencidos de que iban a ganar, pero que esta derrota les sirvió para corregir los errores, y no cometerlos nuevamente en octubre.